Cómo hacer pizza casera

por Xabadu

En CLH somos adictos a la pizza. Es nuestra mayor debilidad, pero a la vez una virtud, ya que termina siendo una preparación deliciosa y que una vez que lo intentamos, podemos ver que no es para nada difícil de hacer.

Lo mejor de todo esto, es la combinación infinita de sabores y olores que podemos intentar en cada preparación, y que sin importar como ni que, terminamos con el mejor resultado del mundo mundial: pizza.

Si quieres ver cómo hacer pizza casera, cuan sencillo puede ser y terminar con una en tan solo minutos, solo debes seguirnos después del salto.

Ingredientes:

Para la masa:

1/2 kilo de harina con polvos de hornear.
100 gramos de manteca vegetal
Agua tibia (la cantidad se regulará por la consistencia de la masa)
Sal (opcional)

Y para la cobertura/relleno/sabores siéntanse libres de usar lo que más les guste, acomode o tengan a mano. Para este caso usamos:

Salsa de tomate.
Queso gouda (puede ser mozzarella, chanco, o cualquiera que derrita bien).
Choclo.
Champiñones.
Pepperoni.
Pimentón rojo, verde y amarillo.
Jamón.
Orégano

Las cantidades son a gusto.

Sirve para 6 personas (o 3 con muchas ganas de comer… o porción personal si son como nosotros).

Nota: Este procedimiento es distinto y renovado de nuestra receta anterior. En la primera versión utilizábamos harina sin polvos de hornear y levadura. Este proceso tenía un grado de complejidad mayor y tomaba más tiempo, por lo que decidimos intentar una nueva formula, con resultados igual de buenos 😀

¿Cómo lo hago?

1.- En una fuente, que puede ser de loza, vidrio o plástico, vamos a vertir la harina con polvos de hornear, mientras que en otro echaremos un poco de agua tibia (no debe estar hirviendo) y los 100 gramos de manteca vegetal, la cual partiremos en pequeños trozos para que se empiece a disolver.

La dejamos ahí por unos 5 minutos.

2.- Luego, con la manteca ya más disuelta, la agregamos a la fuente donde tenemos la harina, y la dejamos unos 30 segundos.

3.- Con la manteca ya agregada, empezamos a amasar, revolviendo con mucha paciencia y revisando constantemente la consistencia de la masa que vamos creando, ya que dependiendo de como se encuentre, deberemos ir regulando:

Si la masa esta muy húmeda o líquida, podemos agregarle más harina.
Si la masa tiene poca consistencia y se parte en muchos trozos pequeños, debemos agregarle más agua.
Si la masa tiene una consistencia dura, debemos agregarle más agua y/o manteca.

Ante todo, la clave antes de agregar harina, agua o manteca, es intentar amasar un poco más y ver si eso mejora en algo la situación, ya que en algunos casos puede que la masa tenga una consistencia incorrecta solo porque nos falte tratarla un poco más.

Al final deberíamos tener algo similar a la imagen final. Lo importante es que la masa se vea firme, pero a la vez flexible y que se sienta fácil de moldear.

Una vez que alcancemos ese punto, debemos dejarla descansar por algunos minutos, ya que si empezamos a trabajar con ella inmediatamente, esta se recogerá al intentar estirarla. Si eso les ocurre, entonces deben amasar un poco más y dejarla descansar.

Pasados algunos minutos, y siempre probando la consistencia de la masa, tomamos un molde para horno (puede ser redondo, o cuadrado) y con la ayuda del uslero (o una botella si es que no tienen uslero a mano), la aplanamos sobre el molde, dejándola de un grueso de ojalá no más de 0.5 cm, ya que al empezar a hornear, esta subirá levemente y podemos terminar con una masa muy gruesa.

4.- Una vez la masa aplanada, la metemos al horno a fuego medio, por unos 10 a 15 minutos. Idealmente el horno debemos precalentarlo antes de meter la masa y vamos revisando cada cierto tiempo como se va cocinando.

No es necesario que la masa quede lista. Este es solo un horneo previo antes de cubrir, ya que se terminará de hacer en la segunda pasada. lo importante es que la masa no se vea cruda.

5.- Al sacar el molde con la masa, la ubicamos sobre el mesón y empezamos a cubrirla. Lo primero será cubrir con una capa de salsa de tomate y queso, para formar una buena base sobre la masa. Luego del queso, podemos ir agregando ingredientes según más nos guste, de forma ordenada:

6.- Luego agregamos más capas de cosas, en este caso Pepperoni, champiñones, pimentón y choclo. De lo anterior, lo importante es que el choclo no esté crudo ni congelado al momento de agregar, si no que lo hayamos preparado un poco. Para el caso de los champiñones, es opcional, podemos saltearlos o bien agregarlos directamente y hornearlos.

7.- Una vez que terminemos de cubrir, la volvemos a meter al horno y la dejamos al mismo fuego medio, esta vez por unos 25 a 30 minutos, dependiendo de cuanto demoren los ingredientes en fundirse (especialmente el queso).

La sacamos y tendremos algo como esto:

Dependiendo de como prefieran la consistencia de la masa, podemos dejarla un poco más en el horno para que se dore o queme un poco más y quede crujiente.

Y ahora solos nos queda cortar y servir \o/

Y así de sencillo tenemos una rica pizza casera, con la que podemos sorprender a todo el mundo y más importante… comer pizza 😀

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